Durante siglos y hasta mediados de los años
50, el Mediterráneo ha sido un lugar central en la economía –mundo
de cambios políticos, ideologicos y financiarios – un crisol.
Hoy día –particularmente por la acceleración de la construcción
europea- El Mediterraneo aparece cada día más como una zona de
fractura peligrosa, una de las dos partes del mundo –con Rio Grande que
hace frontera entre Esta dos Unidos y Mexico – donde se encuentran frontalmente
Norte y Sur, riqueza y pobreza, demografia galopante y caída demográfica.
En paralelo, se multiplican los focos de tensíon y de guerra, los repliegues
identitarios étnicos y religiosos que ponen en situación peligrosa
la Paz y el desarrollo de los paises en orilla y cuanto más, ya que las
interpenetraciones son muy numerosas.
Cuna de nuestras culturas, el Mediterráneo es hoy un espacio marcado
por sus raices muy antiguas, sus cruzamientos humanos, sus éticas y comportamiento
ampliamente compartidos.
Muro o pasarela? Se vuelve una puesta esencial,
donde se encuentran, más o menos directamente, las lineas fuerte de la
situación internacional y en el fondo esta contradicción : de
un lado los adelantos fantásticos de estas últímas decenías
con la revolución científica y técnica, la acceleración
de los saberes, la transformación de la vida, del trabajo y de las costumbres,
la liberación de los pueblos del colonialismo, y del otro lado la amenaza
de inmensas regresiones de civilisación con sociedades más cáoticas,
la agravación de las inegualdades entre los hombres y entre los pueblos,
la multiplicación de focos de guerra.
Desde los más antiguos, aún no resueltos, a los de hoy, la lista
de los conflictos mediterráneos es larga. Y tiende a alargarse.
Las guerras se agravan, los embargos, pero también las fracturas económicas,
sociales y politicas que crecen en la mayoría de los países de
la orilla Norte, hipotecando peligrosamente nuestro porvenir común.
La construcción europea tal como se hace hoy, traslada los centros vitales
y decisionales hacia Europa Central y norte, dejando a su perifería las
terrias mediterráneas y sus poblaciones. Eso conduce a la asfixía.
Como en todas partes del mundo, a lo mejor aún más, ya que los
lazos humanos e históricos son aquí más estrechos, los
pueblos del Mediterráneo necesitan construir nuevas relaciones internacionales,
transformar su mar común en “Lago de Paz” haciendo converger
las solidaridades no solo a partir de las formidables injustícias, sino
también sobre la base de su interes común y del combate llevado
por el conjunto de los paises mediterraneos de la comunidad europea para una
salida a sus problemas propios, al paro, a las dificultades diarias.
Es urgente que las fuerzas del Trabajo y de la
Cultura construyan – a partir de las necesidades y respectando la originalidad
y la identitad de cada cual – muchos puentes sobre el Mar Azul!
Este el objectivo del Festival TransMediterráneo, forum permanente e
instrumento cultural, de educación, humano y social al servicio de los
pueblos del Mediterráneo.